Preparación:

Paso 1- Licúa, cuela y reposa:

Coloca el tomate, el chile, el pepino, la cebolla, el ajo, el vinagre, la sal y la mitad de las pepitas en la licuadora.

Si tu licuadora es pequeña, licúa en 2 o 3 tandas.

Licúa a velocidad alta hasta lograr una mezcla tersa, durante al menos 2 minutos.

Pausa ocasionalmente y baja la mezcla de las paredes del vaso con una espátula.

Baja la velocidad de la licuadora y, mientras aún está funcionando, comienza a agregar el aceite de oliva en forma de hilo.

Observa cómo la mezcla cambia de color y se vuelve más tersa, como un aderezo.

Eso indica que has logrado una buena emulsión.

Si la mezcla aún se ve acuosa, agrega 1 o 2 cucharadas más de aceite hasta que la textura sea cremosa.

Coloca un colador fino sobre una jarra (puede ser de vidrio o plástico) y cuela la mezcla.

Empuja la mezcla con una espátula o el reverso de un cucharón y desecha los sólidos sobrantes en la composta.

Cubre la jarra con una tapa o plástico envolvente y enfría en refrigeración durante 4 horas o toda la noche.

 

Paso 2- Prueba, ajusta y sirve:

Antes de servir, prueba el gazpacho.

Si es necesario, ajusta la sazón con un poco de sal o vinagre.

Si está muy espeso, agrega un par de cucharadas de agua helada e incorpóralas batiendo.

Sirve en vasos o tazones fríos.

Decora con un chorrito de aceite de oliva, pepitas tostadas y albahaca picada.

 

Recomendaciones:

Si lo prefieres, conserva la pulpa. Retira las semillas del pepino antes de licuarlo.

Si deseas agregar más textura, añade medio pan de barra duro. Remoja el pan en el vinagre y agrégalo al licuado.

 

¡Disfruta de un platillo sano y delicioso, perfecto para los días calurosos!